Saqueos, peleas, destrozos y varios detenidos fue el saldo de la eufórica celebración de la clasificación de Chile al mundial.
Una clasificación al mundial no se obtiene muy seguido y por eso se entiende la alegría que genera en la gente cuando la roja logra aquella hazaña. Pero siempre los festejos terminan en destrozos y una violencia inexplicable. ¿Por qué reaccionamos así los chilenos frente a una celebración?